Las principales organizaciones agrarias francesas han vuelto a pedir la intervención del Gobierno para acabar con las acciones de asociaciones animalistas contra los ganaderos y con las intrusiones de esos grupos en instalaciones ganaderas.
Los representantes de los productores franceses de porcino (Federación Nacional Porcina, FNP) y aves (Avicultores de Francia, CFA) han denunciado que desde principios de año se han registrado más de 20 intrusiones en instalaciones ganaderas francesas por parte de «grupúsculos que se burlan alegremente de cualquier noción de propiedad privada, bioseguridad y bienestar animal». Estos activistas, añaden, llegan a insultar a los ganaderos, provocan el pánico entre los animales y llevan a cabo campañas para vilipendiar sus productos. Además de entrar ilegalmente en las explotaciones, en algunas zonas han sacado a los cerdos al exterior y a ello hay que sumar los «falsos mensajes sobre el bienestar animal, con mucho ruido mediático».
Estas organizaciones subrayan que «los ciudadanos y los consumidores merecen una información real y no sesgada». «La producción francesa -dicen- es de calidad y respeta normas muy estrictas».
Insisten en que el Estado debe poner fin a esos actos y disolver esos grupos porque de ello depende «la seguridad de los bienes, de las personas y de los animales en las explotaciones».
Acciones judiciales
La principal organización agraria del país, la FNSEA, y Jóvenes Agricultores han subrayado asimismo que en las últimas semanas se ha intensificado la frecuencia y la violencia de las intrusiones de esos grupos en explotaciones de porcino y aves, ignorando la importancia de las normas de bioseguridad y provocando importantes perjuicios a los ganaderos.
Ambas organizaciones han asegurado en un comunicado que están estudiando, para cada caso, las acciones judiciales que se pueden poner en marcha y reclaman al Estado que actúe para acabar con esta violencia y haga que se respete la ley.