El jefe del Ejecutivo de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha sido reelegido, por unanimidad, como presidente de la Asamblea de Regiones Europeas Vitivinícolas (AREV), y el consejero de Agricultura del Gobierno castellanomanchego, Francisco Martínez Arroyo, ha sido designado nuevo secretario general de este organismo.
Durante la XXVIII sesión plenaria, que se ha celebrado de forma telemática, el presidente de AREV ha realizado una defensa del sector vitivinícola europeo como «parte de nuestra cultura» y lo ha definido como «una de las claves para evitar el despoblamiento».
En este sentido, ha recordado que el sector vitivinícola supone, en el continente europeo, la mitad de la superficie del viñedo mundial y un 60% del consumo de vino en todo el planeta, por lo que ha animado al medio centenar de regiones que conforman este foro europeo a «velar entre todos por la cultura de la viña y del vino».
García-Page también ha desgranado los «cinco grandes objetivos» del sector «a corto, medio y largo plazo» que son la situación excepcional provocada por la COVID-19, la PAC, el comercio, el cambio climático y la relación con los consumidores, y ha instado a estar «vigilantes» a la PAC y a «los aranceles de la política de Donald Trump».
Plan de recuperación
En cuanto a la pandemia y sus graves consecuencias, ha subrayado la importante afectación de la crisis sanitaria, por lo que ha considerado que «somos víctimas en primera persona como ciudadanos, pero en segunda derivada como organización y como sector» por lo que ha abogado por poner en marcha un plan de recuperación.
García-Page ha recordado la solicitud de la AREV enviada el pasado mes de junio a la presidenta de la Comisión Europea con el fin de «crear un presupuesto extraordinario» para el sector vitivinícola y «un grupo».
Las medidas extraordinarias puestas en marcha en marzo permitieron «amortiguar, en parte, la temporada de verano», pero ha resaltado que es necesario que se reactiven para 2021 para garantizar así la estabilidad del mercado y de los precios y evitar especulaciones que puedan afectar a los vinos europeos