El 22 de mayo el Pregón llevaba este mismo título con la excepción de la referencia a Alberto Garzón, el ministro de Consumo y protagonista de la semana. Me voy a referir a él muy brevemente, porque Garzón lo que quería era que se hablase de él a base de bien y lo ha conseguido. Pero Alberto Garzón no es el problema. El problema de verdad radica en el Gobierno y especialmente en su presidente Pedro Sánchez. El ministro de Consumo se ha limitado a poner cifras a la reducción del consumo de carne y de la producción ganadera, medida que ya se recogía en el informe España 2050 presentado a bombo y platillo por el Presidente del Gobierno. Y ahí es dónde está el problema, en Sánchez y en el conjunto del Gobierno. Dicen algunos que ha desautorizado a Garzón con eso del chuletón. Yo no lo veo así. La única desautorización de verdad hubiese sido el cese inmediato de Garzón, algo que no se ha producido.
Pero si lo que quieren de verdad Sánchez y Luis Planas es defender a los ganaderos, lo que deben hacer es eliminar los párrafos relativos a este sector recogidos en la página 190 del citado Informe, en los que se plantea la reducción de la ingesta de alimentos de origen animal y se acusa a la actividad ganadera de ser una de las principales causantes del cambio climático y de la emisión de gases de efecto invernadero. ¿Han hecho esto Sánchez y Planas? Pues no. Y ahí está el verdadero problema y no en las declaraciones de Garzón.
Y ahora toca hablar del “carajal” de la PAC. El ministro de Agricultura ha decidido convocar una reunión extraordinaria y monográfica de la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural el próximo miércoles para intentar cerrar un acuerdo sobre la nueva PAC y la redacción del Plan Estratégico nacional. Y lo ha hecho sin haber dado a los consejeros de Agricultura toda la información que han solicitado estos últimos y sin haber concretado sus propuestas. Lo explico con un ejemplo: Planas no ha precisado cuáles serán los ecoesquemas y como se aplicarán.
Conviene recordar que a través de estos instrumentos se va a distribuir el 25 por ciento del dinero del sobre nacional de ayudas directas. ¿Cómo se puede pedir a los consejeros de Agricultura que den su visto bueno a la nueva PAC cuando no saben cómo se va a repartir uno de cada cuatro euros del dinero de las ayudas? Pues lo va a intentar. Hasta ahora los únicos responsables de lo que está pasando son Luis Planas y su equipo. Si los consejeros de Agricultura entran al trapo, se sientan a negociar, o lo que sea que hagan, sin conocer las propuestas del Ministerio se convertirán en cómplices de Planas y tendrán que asumir sus responsabilidades. Allá ellos si otro rían un cheque en blanco y firman casi en barbecho.