La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) ha anunciado que no estará en condiciones de concluir este otoño su informe de evaluación del glifosato (cuya autorización de comercialización expira a fin de año), como tenía previsto. Este trabajo, que es indispensable en el proceso de renovación (o no) del herbicida, no estará disponible hasta julio de 2023. Este anuncio debería llevar a la Comisión Europea a prorrogar al menos por un año la autorización actual del glifosato, que se renovó en 2017, in extremis, para un período de cinco años.
La AESA anunció el 10 de mayo el retraso hasta el mes de julio de 2023 de la publicación de su informe final sobre la clasificación del glifosato. Sus conclusiones se esperaban para el segundo semestre de 2022 con el fin de que los Estados miembros votaran antes de diciembre. La autorización actual del glifosato en la UE expira el próximo 15 de diciembre. Sin embargo, dado el “número sin precedentes de comentarios” que han recibido la AESA y la ECHA (Agencia Europea de Productos Químicos) en el marco de sus consultas, y de la importante cantidad de informaciones, que se suman “a un dossier que ya contenía muchos más datos científicos de los que se utilizan normalmente para estas evaluaciones”, las dos agencias han revisado su calendario de trabajo.
La AESA ha precisado que ha recibido 368 respuestas a su consulta pública y unos 2.400 comentarios de expertos de los Estados miembros, con lo que el dossier tiene unas 3.000 páginas. El comité de evaluación de riesgos de la ECHA abordará la clasificación de los peligros del glifosato (carcinogenicidad, genotoxicidad, toxicidad para la reproducción y el desarrollo) en su reunión plenaria de los días 30 y 31 de mayo y pondrá su opinión a disposición de la AESA y lo publicará en un plazo de 8 a 10 semanas (es decir, entre finales de julio y mediados de agosto de 2022).
A la luz de estas nuevas informaciones, la AESA cuenta con actualizar su informe de evaluación de aquí a septiembre y posteriormente, en noviembre o diciembre, sus expertos y los de los Estados miembros se reunirán para examinar esta nueva versión. Después el grupo de evaluación del glifosato, compuesto por Francia, Hungría, Países Bajos y Suecia, cerrará sus conclusiones y, por último, la AESA redactará las suyas.
Hacia un aplazamiento de la autorización por un año
Como ya tuvo que hacer en el anterior proceso de evaluación del glifosato (cuando la autorización se prorrogó por 18 meses), la Comisión Europea se verá obligada a prorrogar por un año la autorización actual del herbicida, hasta que el procedimiento llegue a su fin. La ONG Pesticide Action Network (PAN) ha denunciado la mala gestión del dossier por parte de la AESA y se opone a cualquier prórroga.
A finales de 2017, tras largas negociaciones y ante la presión de la iniciativa ciudadana europea “Stop glifosato”, los Estados miembros de la UE acordaron renovar la autorización del herbicida en la UE por solo cinco años, en lugar de los quince habituales. Un total de 18 Estados miembros se pronunciaron a favor (entre ellos Alemania, que en el último momento pasó de la abstención al voto a favor, lo que inclinó la balanza), nueve votaron en contra (entre ellos Francia e Italia) y uno se abstuvo (Portugal). Apenas cinco años después, las posiciones han cambiado, ya que Alemania se opondría ahora a la reautorización mientras que Francia la apoyaría.
La comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides, ha señalado que está “muy preocupada” por este retraso pero considera que, en lo que respecta al glifosato, “es muy importante que todas las pruebas nuevas se examinen en profundidad y se tengan en cuenta. He pedido a las agencias que hagan todo lo posible por concluir su trabajo cuanto antes”. Ha recordado que “los pesticidas cuya seguridad no está demostrada quedan prohibidos. No hemos dudado en prohibir sustancias en el pasado y nuestra estrategia ‘de la granja a la mesa’ es una declaración clara de nuestras intenciones de reducir el uso y el riesgo de los pesticidas químicos”.