El calendario para la eliminación del uso del glifosato en Francia que ha preparado el Gobierno de este país tendrá un coste elevado para los agricultores, según un informe parlamentario. Los diputados galos piden al Estado que anuncie cuanto antes qué cultivos podrán beneficiarse de excepciones para poder seguir utilizando esta sustancia en 2021.
La ministra de Transición Ecológica, Elisabeth Borne, ha subrayado que el Gobierno francés «sigue decidido a eliminar el glifosato». El objetivo es prohibir la mayoría de los usos del herbicida a partir del 1 de enero de 2021 y todos los usos a partir del 1 de enero de 2023.
El grupo de parlamentarios que se está encargando de evaluar el plan de salida del glifosato ha presentado un primer informe en el que considera que es «inconsciente esperar al 31 de diciembre de 2020» para saber qué usos quedarán prohibidos a partir del 1 de enero de 2021 y cuáles podrán mantenerse de momento.
Los representantes del citado grupo parlamentario han pedido que el INRA (Instituto francés de Investigación Agronómica) y otros institutos técnicos agrícolas precisen «como muy tarde en junio de 2020» los cultivos «que no podrán soportar la prohibición del glifosato el 1 de enero de 2021 sin que quede en peligro la supervivencia de la explotación ni su medio ambiente».
En su informe de evaluación, los parlamentarios constatan que las ventas de glifosato se han mantenido bastante estables en Francia en los últimos años. El último dato de que disponen corresponde a 2017, cuando se situaron en 8.831 toneladas de sustancia activa, lo que representa en torno al 30% del volumen total de herbicidas vendidos en el país.
La misión de evaluación parlamentaria continúa con sus trabajos. Ahora se centrará en dos ejes: estudiar cómo mejorar la formación de los agricultores en prácticas agrícolas sin glifosato; y analizar, siguiendo las proyecciones realizadas por el INRA para el sector vitícola, el coste que supone la prohibición del glifosato con el fin, en su caso, de adoptar medidas de acompañamiento para apoyar a los agricultores en su transición a partir de finales de 2020.
