La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) publicó oficialmente hace unos días su evaluación de los riesgos del glifosato, aunque ya a principios del mes de julio había avanzado sus conclusiones principales.
El informe confirma que el examen de los datos analizados “no ha revelado ningún problema que no pueda resolverse o que deba considerarse motivo de preocupación crítico en lo que respecta (…) a la sustancia activa y la formulación para los usos representativos”.
La Comisión Europea presentará a los Estados miembros una propuesta formal de reautorización del herbicida en septiembre para que se vote en octubre.
Los datos analizados sobre el glifosato “no han revelado ningún problema que no pueda resolverse o que deba considerarse motivo de preocupación crítico»
En una carta enviada el mismo día a los expertos de los Estados miembros en el Comité Permanente de las Plantas, los Animales, los Alimentos y los Piensos, la asociación Pesticides Action Network (PAN Europe) manifiesta su seria preocupación tanto por el proceso de autorización, que se va a realizar deprisa y corriendo, como por la minimización de los efectos nefastos del glifosato que recoge la evaluación de la AESA.
Por su parte, Luis Planas señalaba días antes que a la hora de decidir si se reautoriza, o no, la sustancia habrá que seguir el dictamen científico de la agencia. “Cuando es negativo, tenemos que seguirlo; si es positivo, tenemos que seguirlo. El dictamen científico es lo que cuenta en este expediente”.