ASAJA Alicante ha acusado al Gobierno valenciano de haber abandonado a los agricultores afectados por la Xylella fastidiosa y considera que ha incurrido “en una grave dejadez de sus funciones”.
La organización denuncia que casi ocho meses después de que se detectara el primer foco en Guadalest (en junio de 2017) aún no se han publicado las indemnizaciones correspondientes. Respecto a éstas, subraya que, si finalmente son las recogidas en el último borrador presentado por la Consellería de Agricultura, son totalmente insuficientes para los afectados, ya que el valor por árbol no cubre los costes reales y tampoco contemplan el lucro cesante del productor.
Según ASAJA Alicante, «la única forma de compensar un plan de indemnizaciones irrisorio es planteando una estrategia de replantación subvencionada con especies de almendros resistentes, con el fin de minimizar el impacto ambiental, económico y social para las zonas que ya han sido trituradas».
A día de hoy, añade, hay ya 106 parcelas afectadas en tres comarcas de la provincia y están pendientes de publicarse los análisis de otras 7.000 muestras.
El presidente de ASAJA Alicante, Eladio Aniorte, ha declarado que “no se puede llevar a cabo un plan de erradicación de esta naturaleza y agresividad, por el que se arranca la parcela afectada, más cien metros a la redonda, incluyendo árboles afectados y sanos, sin haber publicado y dado a conocer a los agricultores un plan de indemnizaciones”.
Por su parte, el representante de la Plataforma de Afectados de la Xylella en Alicante (AXFA) Adolfo Ribes, considera que «es urgente un plan de replantación, porque las indemnizaciones que prevemos que se van a publicar son irrisorias. Creemos que la única forma de subsanar, compensar y reponer medianamente esta situación es que se subvencione al agricultor el poner un árbol nuevo con una variedad de almendra resistente o tolerante a la bacteria».
Tanto la organización como la plataforma insisten, por otro lado, en que el plan de erradicación se sustituya por el de contención de forma que solo se arranquen los árboles afectados y sospechosos. En relación con el plan de erradicación, ASAJA ha denunciado que ni siquiera se está realizando correctamente y con garantías, «ya que éste marca el arranque de árboles y hay muchas parcelas en la que los técnicos se han limitado a cortar, dejando troncos y raíces que han rebrotado con ramas tiernas y se han convertido en un auténtico pasto para el insecto propagador de la Xylella. Para más inri, el plan de contingencia establece el arranque y destrucción en un plazo de 15 días desde la publicación en el DOCV de las parcelas afectadas, y las máquinas de TRAGSA han tardado seis meses en destruirlas».