El Consejo Internacional de Cereales (CIC) ha revisado a la baja en 12 millones de toneladas su previsión de cosecha mundial de grano para la presente campaña 2018/19, que sitúa ahora en 2.077 millones de toneladas (sin arroz).
El informe publicado recientemente muestra que el descenso se reparte entre el maíz, el trigo y también afecta a otros cereales y, según el organismo, se debe a la incidencia de unas condiciones meteorológicas adversas en Rusia y en la Unión Europea.
Si se compara con la producción estimada de la campaña 2017/18 la caída es del 0,6%, ya que la mejora en la cosecha de maíz y sorgo no compensa el descenso previsto para el trigo y la cebada.
Aunque el CIC ha revisado también a la baja su previsión de consumo mundial para la presente campaña, los 2.131 millones de toneladas que maneja son un volumen récord por tercer año consecutivo, con incrementos especialmente significativos en la demanda para alimentación humana y usos industriales. Dada la fortaleza del consumo, el stock final de campaña registrará un acusado descenso, que afectará especialmente al maíz. Las existencias finales de maíz caerán sobre todo en China y en Estados Unidos y también serán más cortas en Argentina, Brasil, la Unión Europea y Sudáfrica.
Los intercambios mundiales continuarán aumentando en la presente campaña y alcanzarán un nuevo máximo histórico.
Una previsión similar a la de la FAO
La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) maneja una previsión similar a la del CIC.
Su último informe da cuenta de un volumen de 2.074,8 millones de toneladas (sin arroz), lo que supone una disminución del 3,3% respecto a los 2.146,2 millones de toneladas de la campaña anterior. La caída se debe principalmente a una menor cosecha de maíz, aunque también disminuirá la de trigo. La demanda de cereales podría alcanzar los 2.131,9 millones de toneladas, la misma cifra prevista por el CIC, que supone un aumento del 1% respecto a 2017/18.
Sumando el arroz, la producción ascenderá a 2.586,2 millones de toneladas y el consumo podría llegar a los 2.641,4 millones.
La FAO ha constatado que, de confirmarse estas previsiones, la producción no bastará para cubrir las necesidades totales de utilización, lo que conducirá a una disminución de las reservas mundiales de grano al final de la campaña.
La organización precisa que se reducirán, sobre todo, las existencias finales de maíz, aunque también las de trigo y cebada mientras que aumentarán las de arroz por tercera campaña consecutiva.