El Parlamento Europeo ha pedido que la Unión Europea establezca unos «límites obligatorios» de ácidos grasos «trans» de producción industrial en los alimentos en un plazo de dos años, por la vinculación de su consumo al riesgo de problemas cardiovasculares.
En una resolución aprobada por amplia mayoría (586 votos a favor, 19 en contra y 38 abstenciones) los eurodiputados sostienen que el consumo de estas grasas puede incrementar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, infertilidad, alzheimer, diabetes y obesidad a los consumidores y que su ingesta está vinculada a productos «más baratos».
«Muchos restaurantes y establecimientos de comida rápida utilizan los ácidos grasos ‘trans’ para freír alimentos, ya que estos ácidos no son caros y se pueden reutilizar repetidamente en las freidoras comerciales», apuntan. El Parlamento Europeo muestra su «preocupación por que los grupos vulnerables, incluidos los ciudadanos con menor nivel educativo y estatus socioeconómico más bajo y los niños, tengan más inclinación» a consumir estas grasas.
«Estudios recientes han demostrado que las personas con mayor nivel socioeconómico tienen dietas más saludables que las personas con menor nivel y que esta brecha ha aumentado paralelamente a las desigualdades sociales», subraya.
El Parlamento Europeo considera, además, que la población carece de información suficiente acerca de qué alimentos contienen este ingrediente, por lo que las medidas sobre el etiquetado son «insuficientes». En este sentido, considera que la Comisión Europea debe colaborar con los Estados para aumentar «conocimientos en materia de nutrición» y permitir a los consumidores que «tomen decisiones más sanas» a la hora de alimentarse.