Tras los casos de gripe aviar en aves silvestres confirmados en la ribera del río Segre a principios de año, se han confirmado otros dos focos del virus, también en aves silvestres, en Castilla y León, uno en La Laguna del Oso, en la provincia de Avila, y otro en la Laguna de La Nava de Fuentes, en la de Palencia.
El Ministerio de Agricultura ha reiterado que estos hallazgos no implican modificaciones en el estatus sanitario de España con respecto a la gripe aviar, que mantiene el estatus de libre, y tampoco supone restricciones al movimiento de aves domésticas ni de sus productos.
En todos los casos se trata del virus H5N1 de alta patogenicidad. En Ávila se hallaron muertos tres gansos comunes y una garza real y en Palencia una cigüeña, cuyas muestras dieron positivo a la enfermedad. El municipio en el que se asienta la Laguna del Oso está catalogado como zona de especial vigilancia mientras que la Laguna de la Nava de Fuentes es zona de especial riesgo. En ambas se habían implantado ya medidas para prevenir posibles brotes de la enfermedad en aves domésticas, como la prohibición de la cría de aves de corral al aire libre, así como la presencia de aves de corral y aves cautivas en los centros de concentración de animales, incluyendo los certámenes ganaderos, muestras, exhibiciones y celebraciones culturales.
El Ministerio ha subrayado que, si bien hasta el momento no hay constancia de que el subtipo H5N1 que durante los últimos meses está afectando a Europa tenga capacidad zoonósica significativa, es decir, su capacidad de transmitirse a las personas resulta muy reducida, se recomienda minimizar el contacto innecesario con las aves que muestren síntomas clínicos o se hallen muertas en el campo. En cualquier caso, este virus no puede ser transmitido al hombre a través de carne de ave cocinada, huevos o productos procesados derivados de ellos.
Ha reiterado también la necesidad de reforzar las medidas de bioseguridad en las explotaciones avícolas, especialmente las destinadas a evitar el contacto con aves silvestres, así como reforzar la vigilancia pasiva tanto en explotaciones avícolas como en aves silvestres, notificando a los servicios veterinarios oficiales cualquier sospecha de enfermedad.
El riesgo por la situación epidemiológica de la enfermedad en el resto de Europa continúa siendo elevado. Desde el 1 de agosto de 2021 y hasta el 12 de enero de este año se han declarado un total de 1.665 focos de gripe aviar de alta patogenicidad en 29 países (687 en aves de corral y 978 en aves silvestres y cautivas).