Estados Unidos ha anunciado el reinicio de una disputa comercial con la Unión Europea originada en 1989 por el veto comunitario a la carne de vacuno con hormonas, tras considerar que el acuerdo al que ambos llegaron hace cuatro años no ha funcionado.
En 2012 y tras décadas de disputa comercial, la Unión Europea y Estados Unidos pactaron un nuevo régimen que permitía el aumento de las importaciones de carne de vacuno sin hormonas libre de aranceles, aunque la procedente de animales tratados seguía vetada en el mercado europeo.
En un comunicado, la Oficina del Representante de Comercio Exterior (USTR) de Estados Unidos amagó con volver a imponer las sanciones que pesaban antes de suscribir ese acuerdo sobre algunos productos comunitarios como el agua mineral italiana, el queso de Roquefort o las trufas, entre otros, en represalia por el veto.
El representante del Comercio Exterior americano, Michael Froman, afirmó que la Unión Europea «no ha cumplido con las garantías para abordar la cuestión, y ahora es el momento de tomar medidas» después de la demora comunitaria en la aprobación del Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP) que debía abordar la cuestión.
Por su parte, el secretario de Estado de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack, añadió que «durante muchos años hemos pedido a la Unión Europea que arregle un acuerdo que claramente no funciona, pese a sus promesas iniciales de proveer un mercado favorable para el mercado estadounidense».