El Ministerio de Agricultura ha publicado una guía para la vigilancia sanitaria de la fauna silvestre con el fin de ayudar a cazadores, agentes forestales, agricultores, ganaderos, senderistas, etc. a detectar cuanto antes la presencia de enfermedades y poner los medios para controlarlas.
En su introducción, subraya que «la vigilancia sanitaria y la comunicación inmediata de mortalidades o signos de enfermedad a los servicios veterinarios oficiales facilitan que se pongan en marcha las medidas de control y erradicación con la máxima rapidez posible» y ello «evita o disminuye el impacto negativo que muchas de estas enfermedades pueden tener en la caza, la sanidad animal, la salud pública y el medio ambiente». El documento pone el acento en las enfermedades que «son nuevas para una especie o para un determinado territorio», que «requieren atención urgente por parte de las autoridades veterinarias, ya que pueden producir un grave impacto en las poblaciones silvestres, en la cabaña de animales domésticos e incluso en la salud humana en caso de ser zoonosis».
La guía informa de cómo actuar ante un animal silvestre enfermo o herido, por ejemplo qué hacer si se trata de una cría, qué precauciones hay que tomar para manipularlo o si se debe proceder, o no, a su recogida. También recoge los pasos a seguir si se encuentra un animal muerto o si se produce una colisión con un animal.
Asimismo, incluye una larga lista de enfermedades (peste porcina africana, tularemia, mixomatosis, gripe aviar, fiebre aftosa, tuberculosis,…), sobre las que describe a qué especies afectan, cuál es su causa, su situación en España, cómo se transmiten y cómo se detectan. La lista incluye también algunos parásitos, como las garrapatas, y ayuda a detectar otros problemas que pueden sufrir los animales, como cojeras o artritis.
Recomendaciones
Por último, apunta que muchas de las enfermedades que describe tienen factores de riesgo comunes, como la sobreabundancia de ejemplares (es el caso de los cérvidos y el jabalí), la concentración en torno a puntos de agua o alimento, el acceso a residuos de caza o el traslado de animales vivos y de su carne o «trofeos». Por ello, hace una serie de recomendaciones, dirigidas principalmente «al mundo de la caza y de la gestión del medio natural», como mantener poblaciones equilibradas de animales silvestres, gestionar los residuos de caza y evitar los traslados, sobre todo a grandes distancias.
La guía completa puede consultarse aquí.