El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de Andalucía, Rodrigo Sánchez Haro, ha acudido a Bruselas para reclamar una defensa «más contundente» de la aceituna negra española ante la «injustificada agresividad proteccionista de Estados Unidos».
Sánchez Haro se ha reunido con Joaquín Fernández Martín, el jefe de la Unidad de Relaciones con Terceros Países- Asuntos de Defensa del Comercio de la Dirección General de Comercio (DG Trade) de la Comisión Europea, para pedirle que actúe con «la misma firmeza que ante otros casos de imposición de aranceles por parte de Estados Unidos», como el caso del aluminio o el acero.
En concreto, el gravamen provisional de la aceituna negra que ha impuesto la Administración de Trump es de más de 21% (un arancel antisubvención del 4,47% y otro antidumping del 17,1%). A juicio del consejero, esto «supone el cierre del mercado de la aceituna negra española para el 80% de las ventas nacionales que se dirigen a ese destino».
Asimismo, ha insistido en que «estamos ante unos impuestos desproporcionados e injustos que cuestionan las ayudas de la Política Agraria Común (PAC)». En este sentido, ha recordado que la Organización Mundial del Comercio (OMC) aceptó estas ayudas como «no distorsionadoras del mercado».
Ante esta amenaza por parte de Estados Unidos, el consejero ha señalado que «urge una actuación sin fisuras por parte de Bruselas y un apoyo a todos los niveles, diplomático y económico, así como llevar el caso a los órganos de arbitraje de la OMC».
De 350 a 700 millones de pérdidas
Según la Consejería de Agricultura, las exportaciones de aceituna negra española a Estados Unidos representan el 36% en volumen, con 32.000 toneladas, y un valor de 70 millones de euros en 2016.
Las partidas afectadas por el arancel anunciado por el Departamento de Comercio de EEUU alcanzan una media en los cinco últimos años de 28.500 toneladas, y Andalucía es la gran damnificada al producir en torno al 80% de la aceituna negra del país.
Si el resultado final del proceso es negativo, se impondrían a las importaciones de aceitunas negras procedentes de España derechos antidumpling y antisubvención por cinco años, prorrogables por cinco más. El hipotético cierre de este mercado equivaldría a dejar de exportar 350 millones de euros (70 millones por cinco años) o, en el peor de los casos, 700 millones de euros (si se amplía durante otro lustro), ha concluido la Consejería.