La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha informado de que el sector agrario de la región ha declarado siniestros debido al temporal de nieve y frío por el paso de la borrasca Filomena en 3.445 parcelas y una superficie de 8.051 hectáreas, de las que 5.523 corresponden a cultivos de olivar.
Así lo ha avanzado el consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, durante su comparecencia ante la Comisión de Agricultura de las Cortes regionales para dar cuenta de las incidencias, medidas adoptadas y actuaciones previstas en relación al temporal y sus consecuencias en la región.
El consejero ha especificado que la provincia más afectada ha sido la de Toledo, con 2.342 parcelas en las que se han declarado siniestros y una superficie de 5.392 hectáreas, la mayoría también de olivar, mientras que los cultivos herbáceos y extensivos han registrado 954 hectáreas afectadas, el ajo 661, la viña 447, los cultivos hortícolas 282 y los frutos secos 184 hectáreas.
A pesar de estos daños, Martínez Arroyo ha hecho un balance «muy positivo», en general, del paso de Filomena sobre todo por el «aporte de agua excepcional» que ha supuesto para algunos cultivos y que, a su modo de ver, será una solución a la producción y rentabilidad cuando se recolecte el fruto, como en el caso del viñedo, el pistacho y el almendro.
En concreto, ha detallado que la cuenca del Tajo ha aumentado su volumen de agua embalsada en 283 hectómetros cúbicos, la del Guadiana en 254 hm3, la del Segura en 38 hm3 y la del Júcar en 114 hm3, lo que supone 220 hm3 más en conjunto para la región, un 11% más que antes de las precipitaciones, lo que hace «mirar con esperanza las próximas campañas agrícolas».
Daños
Respecto a los daños, Martínez Arroyo ha señalado que ha habido «algunos problemas puntuales» en explotaciones e infraestructuras, principalmente en la provincia toledana y en el cultivo del olivar, pese a que habrá que esperar para ver si se han helado ramas y árboles y confiar en que algunas variedades como la cornicabra se adaptan a la climatología.
En relación a la cosecha de aceite de oliva, ha recordado que Castilla-La Mancha preveía unas 120.000 toneladas en esta campaña y el temporal de nieve y frío supondrá una reducción de entre 10.000 y 15.000 toneladas, por lo que la cosecha se situará en la media de los últimos años.
En almendro, pistacho y viñedo los daños serán menores por el tipo de cultivo leñoso, por las zonas en las que están y por la capacidad de aguantar temperaturas muy bajas, mientras que en cultivos herbáceos como el ajo puede haber daños en la comarca de La Mancha pero también será «muy inferiores» a los del olivar.
Respecto a la ganadería, se han producido daños en algunas explotaciones por caída de techos de las naves, también sobre todo en la provincia de Toledo y en algún caso puntual en Guadalajara y Albacete; y por las dificultades de los ganaderos para poder acceder a alimentar el ganado.
También se ha visto afectada la industria agroalimentaria por problemas de acceso a polígonos industriales, ha reconocido, ante lo que también se intentó actuar «con celeridad» y limpiar los accesos.
Zonas gravemente afectadas
Por otro lado, el consejero ha hecho referencia a la declaración de ‘zonas gravemente afectadas por fenómenos de protección civil’ que ha anunciado el Gobierno central, de cuyo acuerdo ha resaltado que contempla ayudas para paliar daños personales y en infraestructuras, una subvención de hasta el 50% para proyectos de reparación de equipamientos y servicios de entidades locales y la reducción de los índices de rendimiento neto para calcular el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
En este sentido, ha detallado que la Consejería trabaja con el Ministerio para solicitar la reducción de módulos para los agricultores afectados de cara a la declaración de la Renta del próximo año e incluir así una mejora fiscal, así como también trabaja la posibilidad de declarar la emergencia en obras de caminos rurales.
En cualquier caso, ha sostenido que las cantidades financiables para los agricultores y ganaderos serán las que estén incluidas en los seguros agrarios, cuyo sistema ha abogado por mejorar mediante una «revisión en profundidad» para incluir nuevas situaciones generadas por el cambio climático, pero ha defendido seguir incentivando los seguros como «una herramienta más para las explotaciones».