Unas 2.000 hectáreas de viñedo de la localidad de Bergerac, al sur de Francia, quedaron completamente destruidas a principios de este mes debido a un fuerte episodio de heladas, según la interprofesional vitícola de la región.
Las bajas temperaturas afectaron a las zonas con más densidad de plantaciones a pesar de los sistemas antiheladas. Estos viñedos habían sufrido un episodio de bajas temperaturas unos quince días antes. Ahora el objetivo es el cuidado de las vides para intentar salvaguardar lo que vaya a rebrotar.
A las heladas hay que sumar el temor a ataques de mildiu
En el caso de las cepas más dañadas, las consecuencias podrían extenderse también al año que viene. A ello hay que sumar el temor a ataques de mildiu, una enfermedad que afectó considerablemente a la región en 2023.
Según la interprofesional, el invierno no ha sido lo suficientemente frío como para acabar con el hongo, que se propaga con las temperaturas suaves y la humedad y debilita las plantas, reduciendo su rendimiento.
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