La Guardia Civil ha detenido a dos ganaderos y un transportista procedentes de Cantabria como presuntos responsables de introducir la enfermedad hemorrágica epizoótica en la cabaña ganadera del norte peninsular.
Según la Guardia Civil, el origen de la investigación parte en una explotación ganadera de la zona del Valle de Miera, en Cantabria, desde donde llegó a pasar la frontera con Francia.
En enero de 2023 los responsables de esta explotación trasladaron un importante número de vacas a dos zonas de pastos en Cáceres. En julio, cuando ya estaba declarada la enfermedad, llevaron de vuelta a Cantabria unas 200 vacas, sin contar con las preceptivas documentaciones para el movimiento de este ganado y las comunicaciones de entrada en la comunidad.
En el marco de la investigación denominada «Operación Rumia», se localizaron en los pastos de Cáceres restos de cadáveres de ganado vacuno. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil comenzó la investigación al declararse la citada enfermedad animal en Cantabria, tras comprobar que se había roto el patrón de propagación.
De Cáceres a Cantabria: la enfermedad hemorrágica recorre 350 km
En concreto, se observó un salto de la enfermedad superior a 350 kilómetros, una circunstancia que «no era acorde con la forma de propagación», según los investigadores.
Además, constataron que el vector de propagación (un mosquito) coincidía en la enfermedad hemorrágica y la lengua azul, esta última detectada en la explotación ganadera bajo sospecha en Cantabria, en fechas en las que pudo haber retornado el ganado desde Cáceres, donde estaban declaradas ambas enfermedades.
En las mismas fechas se comprobó la existencia de ganado medicado en la explotación, con informaciones que apuntan a «una alta incidencia» de ambas enfermedades en esa estabulación.
El perjuicio económico generado en Cantabria por la enfermedad hemorrágica supera los 3 millones de euros
La semana pasada se procedió a la detención de dos responsables de la explotación ganadera y del transportista que habría realizado los movimientos ilegales del ganado a Cantabria, acusados de pertenencia a grupo criminal y delito de daños. A dos de ellos, además, se les considera presuntos responsables de delitos contra la salud pública y falsedad documental.
Se calcula que el perjuicio económico generado en Cantabria por la enfermedad supera los 3 millones de euros, derivados de indemnizaciones por muerte y tratamientos del ganado, así como de la vacunación de la cabaña ganadera por la lengua azul.