El comisario de Agricultura, Phil Hogan, lanzó una dura advertencia a los ministros a principios de esta semana: ha llegado el momento de dejarse de generalidades y entrar ya en los detalles de las propuestas sobre la nueva PAC que presentó el pasado mes de junio. Vamos, “que se pongan las pilas”.
Supongo que este aviso no habrá gustado al ministro español, Luis Planas, que sigue sin salir del balneario en el que se instaló prácticamente desde que fue nombrado. El último ejemplo de su actitud “pasota” tuvo lugar a principios de la pasada semana, durante la reunión que mantuvo con los consejeros de Agricultura, a los que impidió (por lo que se ve lo que más le gusta es prohibir) hablar con detenimiento del asunto más importante que está encima de la mesa: la PAC que se debería aplicar a partir de 2021.
Planas remitió a los representantes de las Comunidades Autónomas a una reunión monográfica, que tendrá lugar, según dijo, el próximo mes de enero. En resumidas cuentas, que mientras Hogan mete prisa, Planas impone pausa.
A fecha de hoy Luis Planas, el ministro de Agricultura del Gobierno socialista y de Podemos, no ha logrado que su presidente, Pedro Sánchez, haga pública la posición que va a mantener en la negociación del Marco Presupuestario de la Unión Europea (UE) para el periodo 2021-27, de la que depende el dinero que habrá para financiar la PAC.
¿Rechaza España el recorte de los fondos para la PAC que ha propuesto la Comisión Europea? Conviene recordar que ese “tajo” fue inspirado por Nadia “recortes” Calviño, cuando era directora general de Presupuestos en Bruselas.
A fecha de hoy Planas tampoco ha comenzado a negociar de verdad con las Comunidades Autónomas para establecer la posición común que debería defender en Bruselas sobre la PAC de futuro.
En definitiva, como dice Manu Chao, “cuando me buscan, nunca estoy…, fantasma que nunca está…, me dicen el Desaparecido”.