El consumo de hortalizas ha bajado un 40% desde que se ha disparado su precio, según los datos de la Federación Nacional de Detallistas de Frutas y Hortalizas.
El consumidor, además, ha buscado otras alternativas como la sustitución de productos. Por ejemplo, del calabacín por calabaza, que mantiene su cotización.
Desde la Federación han confiado en que en un plazo máximo de 15 días y siempre que la meteorología no paralice de nuevo la producción, la situación se estabilice tanto en volumen como en precios.
La lechuga Romana y el tomate Liso alcanzan sus precios más altos
La lechuga Romana y el tomate Liso alcanzaron en la cuarta semana del año, entre el 23 y el 29 de enero, los precios en origen más altos que el Ministerio de Agricultura tiene registrados desde comienzos de 2015.
En concreto, esta variedad de lechuga alcanzó los 53 céntimos por unidad y el tomate superó el euro por kilo.
El Ministerio ha señalado que son niveles inusualmente altos derivados, en general, de la escasez de oferta en los mercados.
En una reunión entre el Ministerio y las organizaciones representativas del sector hortofrutícola, estas últimas coincidieron en señalar que los niveles productivos, en el caso de las producciones de invernadero, se recuperarán en las próximas semanas. Mientras, está previsto que las hortalizas al aire libre tengan una recuperación más lenta, en especial, la lechuga.