Anda, usted, don Antonio Huertas, jefe global de Mapfre, predicando las bondades del seguro agrario y, más en concreto, del sistema español de seguros agrarios. Es lógico a la vista de que su empresa es la que tiene una mayor participación en Agroseguro, que es un “pool” de compañías aseguradoras, según las que participan en él, pero que actúa como un monopolio de hecho.
Que hace falta un sistema de seguros agrarios eficaz y que funcione adecuadamente es evidente. Ahora bien, que ese sistema de seguros agrarios pase por un monopolio como el que ostenta Agroseguro y que haya que tolerar sus “actuaciones”, eso ya es harina de otro costal. Y la mayor responsable de esas “actuaciones” es Mapfre, la empresa que usted preside, señor Huertas, simplemente porque es la que tiene una participación más elevada en el “pool”.
En 2011 los miembros del Consejo de Administración de Agroseguro multiplicaron casi por cuatro sus sueldos y dietas
Ahí van algunas de las actuaciones de Agroseguro, amparadas y toleradas por usted y su equipo. En 2011, año en el que España estaba sumida en una grave crisis económica, los miembros del Consejo de Administración de Agroseguro multiplicaron casi por cuatro sus sueldos y dietas, que pasaron de algo más de 500.000 euros a cerca de 2 millones de euros. ¿Dónde fue a parar ese casi millón y medio de euros? Se lo llevamos preguntando desde AGROPOPULAR a Ignacio Machetti, presidente de Agroseguro, y a los miembros de su Consejo de Administración desde hace seis años y sigue la callada por respuesta.
Por cierto, supongo, señor Huertas, ya que se le llena la boca a la hora de hablar de la Responsabilidad Social Corporativa de su empresa, lo mismo que a José Inchausti, el CEO de Mapfre Iberia, que sabrá que el vicepresidente durante muchos años de Agroseguro ha sido Juan Sáez, el representante de Mapfre, que, gran casualidad, era a la vez esposo de Inmaculada Poveda, directora general de Agroseguro.
Dejaré para otra ocasión el asunto de los planes de pensiones del equipo directivo de Agroseguro, cuyos ingresos salen del dinero que pone el Ministerio de Agricultura y de las primas que pagan los agricultores y ganaderos que suscriben los seguros.
Pregunte, señor Huertas, a los ganaderos de su tierra extremeña por el funcionamiento de la línea de seguro de pastos
Por cierto, señor Huertas, supongo que conocerá usted, como empresa con más participación en Agroseguro, las intenciones del equipo directivo del monopolio de subir el coste para los agricultores y ganaderos de prácticamente todas las líneas del seguro agrario. ¿Acaso es esto apostar por el seguro agrario, o va simplemente en la línea de apostar por su cuenta de resultados? Supongo que sabrá usted, señor Huertas, que llevamos denunciando desde 1994 las “actuaciones” de Agroseguro y de los afectados por las mismas y no ha habido respuesta todavía. Pregunte, señor Huertas, a los ganaderos de su tierra extremeña por el funcionamiento de la línea de seguro de pastos y verá lo que dicen. Y así podría seguir con las de uva, grandes cultivos, ajo…
Resumo: seguros agrarios, sí, pero no a cualquier precio, ni basados en un sistema como el actual que gira en torno a un monopolio, que no beneficia ni a las Administraciones, que ponen dinero público; ni a los agricultores y ganaderos, que tienen que suscribir las primas solo con Agroseguro y que deben soportar sus peritaciones; ni a los peritos que trabajan en el ejercicio libre de la profesión y están a lo que diga el monopolio. Vamos, que a las únicas que beneficia la existencia de un monopolio de hecho, como es Agroseguro, es a empresas como la suya señor Huertas, que dice prestar mucha atención a la Responsabilidad Social Corporativa y que presume de transparencia, aunque lo que practican, por lo menos en este caso, es la opacidad, el oscurantismo y el silencio.
Por César Lumbreras