Las autoridades de sanidad animal de Hungría han informado este miércoles -17 de noviembre- de que han detectado dos focos de gripe aviar en la provincia de Bács-Kiskun, en el centro del país, donde comenzaron el sacrificio de más de 38.000 patos.
Según ha detallado la Oficina Nacional de Seguridad en la Cadena Alimentaria, «se ha confirmado la presencia de la cepa H5N1 de la gripe aviar» en dos granjas diferentes, separadas por 55 kilómetros.
Este organismo también ha agregado que en los últimos días se ha detectado una disminución del número de huevos puestos por los patos en las dos granjas, mientras que aumentó el número de aves muertas.
Conforme a la legislación vigente, las autoridades han ordenado la creación de zonas de seguridad en un radio de 3 kilómetros alrededor de las granjas y otras de observación más amplias. En estas zonas se aplican medidas de restricción de movimiento de animales de granja.
Por otro lado, la Oficina recordó que los pájaros migratorias significan un riesgo para las granjas y ordenó la obligatoriedad de mantener a las aves de granja en espacios cerrados en 7 de las 19 provincias del país.