La Unión Europea importó frutos secos por valor de 7.100 millones de dólares en 2021. Estados Unidos, con 2.500 millones, representó el 35% del total y sigue siendo el principal proveedor de estos productos al mercado comunitario, según un informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). Este recuerda que los envíos de frutos secos de Estados Unidos a la UE se redujeron en 2020 y 2021 debido al Covid-19 y los problemas logísticos que generó, pero apunta que en el primer semestre de 2022 se han recuperado y han aumentado un 20% respecto al mismo período del año anterior.
El segundo proveedor del mercado comunitario en este sector es Turquía, con el 23% del total en 2021, seguido de Vietnam y Chile. Los países de destino son principalmente Alemania, España y Países Bajos. Según el informe, la demanda aumenta año tras año en la UE debido a las propiedades saludables que se atribuyen a los frutos secos. El USDA no descarta, sin embargo, que la inflación en el presente año 2022 impacte en su consumo.
En el caso de las almendras, las importaciones se aproximaron a las 300.000 toneladas en la campaña 2021/22, casi todas ellas procedentes de Estados Unidos, que se encuentra con la competencia lejana de Australia y de la producción interna. Dentro de la UE España es el primer productor, aunque en la campaña 2021/22 y también en la actual 2022/23 se ha producido una disminución de las cosechas debido a las heladas y a la sequía. Italia es el segundo, y también su producción está a la baja. El consumo comunitario de almendras ha superado las 400.000 toneladas en las dos últimas campañas, según recoge el USDA, pero en la actual podría situarse por debajo de esa cifra.
En lo que respecta a las nueces, el USDA destaca la gran diferencia entre la producción y el consumo en la UE, lo que proporciona excelentes oportunidades para los exportadores. Los datos que recoge en su informe dan cuenta de una producción comunitaria de unas 140.000 toneladas de fruto en cáscara en 2020/21 y cerca de 150.000 en 2021/22 frente a un consumo cercano a las 300.000 toneladas. En este caso es Rumania el primer productor (51.600 toneladas en 2021/22 y 56.300 previstas para 2022/23), seguido de Francia (40.263 y 41.000 toneladas, respectivamente), España (18.883 y 17.000 toneladas) e Italia (14.655 y 19.500 toneladas). En cuanto a los importadores, de nuevo encabeza la lista Estados Unidos, con algo más de la mitad en 2021/22.
Por último, el USDA dedica un apartado a los pistachos y, dentro de él, a la expansión del cultivo en España, donde la superficie superó el año pasado las 60.000 hectáreas (el 75% en Castilla-La Mancha), de acuerdo con los datos del Ministerio de Agricultura español que recoge en su informe. Añade que este cultivo se ha convertido en una oportunidad de inversión no solo para los agricultores sino también para fondos de inversión y empresas. A pesar de ese crecimiento, la producción nacional no cubre ni de lejos la demanda.
Italia también tiene producción de pistacho. A nivel comunitario se estiman unas 23.300 toneladas en 2021/22 y se esperan cerca de 24.000 para 2022/23. Con un consumo en torno a las 120.000 toneladas, las importaciones rondan las 100.000 toneladas. Estados Unidos es el primer proveedor (71.316 toneladas enviadas al mercado comunitario en 2021/22), seguido de Irán (25.921 toneladas) y Turquía (4.380). El informe completo del USDA puede consultarse en la siguiente dirección en internet: