En la campaña 2021/22, que finalizó el pasado 30 de junio, la Unión Europea importó 8,09 millones de toneladas de maíz procedentes de Ucrania, lo que supone un incremento respecto a los 6,6 millones de toneladas adquiridos a ese país en la campaña anterior. A pesar de la guerra, Ucrania se mantuvo como primer proveedor de maíz de la UE, con una cuota del 50% (frente al 44% de 2020/21), muy por delante de Brasil (3,7 millones de toneladas) y Canadá (1,4 millones).
Son datos de la Comisión Europea, que ha publicado las cifras de comercio exterior de cereales de la UE correspondientes a la campaña que acaba de finalizar. En lo que respecta, en concreto, a las importaciones procedentes de Ucrania, aumentaron también las de cebada (91.864 toneladas en 2021/22 frente a 50.425 en 2020/21), así como las de centeno (117.891 toneladas frente a unas 12.000 en la campaña anterior) y otros cereales.
Solo las de trigo blando registraron una caída y se redujeron prácticamente a la mitad (338.958 toneladas en 2021/22 frente a 633.870 toneladas en 2020/21). Aunque la Comisión Europea no hace un análisis de las cifras, el incremento de las importaciones de grano ucraniano tendría que ver con los calendarios de exportación de ese país, que ya habría exportado cantidades importantes antes de la invasión rusa.
También las importaciones de trigo blando, trigo duro, centeno y avena procedentes de Rusia aumentaron en 2021/22 respecto a la campaña anterior.
Cerca de 7 millones de toneladas importadas en España de países terceros
Los datos de Bruselas dan cuenta de unas importaciones en España en 2021/22 de 6,10 millones de toneladas de maíz procedentes de países terceros. A ellas hay que sumar algo más de 380.000 toneladas de trigo blando, 131.000 toneladas de trigo duro, 135.236 de cebada, 129.714 toneladas de centeno, 127.236 de sorgo y 21.791 toneladas de avena.
