El sábado 14 de agosto se declaró un incendio entre los municipios abulenses de Navalacruz y Cepeda de la Mora. Lleva, al menos, 20.000 hectáreas quemadas y ha afectado a muchos ganaderos, que pedirán ayudas a las distintas administraciones a la espera de cuantificar los daños ocasionados.
El presidente de ASAJA Ávila, Joaquín Antonio Pino, ha señalado su intención de “ir de la mano” junto al resto de organizaciones ganaderas de la provincia para pedir ayudas directas por daños en pastos, animales muertos o heridos, restauración de cercados y otras infraestructuras.
También quieren solicitar al Gobierno central una condonación de las cuotas a la seguridad social de “al menos 12 meses”, una rebaja de los módulos fiscales agrarios y la declaración de zona catastrófica para que lleguen más fondos a los productores.
Asimismo, ASAJA ha vuelto a pedir un cambio en la Ley de Montes de Castilla y León para que la superficie arrasada por las llamas pueda beneficiarse de fondos de la Política Agrícola Común (PAC).
Las explotaciones afectadas pertenecen a pequeños ganaderos que “se han quedado sin pasto y sin pacas almacenadas”
Por su parte, UPA Ávila ha coincidido con ASAJA en la necesidad de facilitar la llegada de ayudas, y ha remarcado que las explotaciones afectadas pertenecen a pequeños ganaderos que “se han quedado sin pasto y sin pacas almacenadas” para alimentar a sus animales. Normalmente, estos ganaderos no tienen seguros contratados para este tipo de siniestros, según han señalado desde esta organización.
El director en Castilla y León de la Asociación de Productores de Vacuno de Carne (Asoprovac), Agustín de Prada, ha concretado que las ganaderías son de “50-60 vacas”, de raza avileña o cruzadas, y cuyos propietarios tienen una edad media en torno a los 50 años. No obstante, hay también jóvenes que habían comenzado ahora su actividad, lo cual supone una situación catastrófica de la que tardarán “años” en recuperarse.
Al igual que ASAJA y UPA, se ha mostrado partidario de solicitar ayudas pero por el momento prefiere esperar a determinar el alcance de los daños para hacer peticiones que “mitiguen” la situación y ha abogado por hacer los trámites que sean necesarios para que los productores consigan ayudas de la PAC específicas para situaciones excepcionales y cubrir así las que no recibirán por una superficie que queda sin pastoreo o aprovechamiento.