El incendio que asola desde hace varios días la isla de Gran Canaria se ha propagado por 12.000 hectáreas y se encuentra en fase de contención. Sobre todo ha afectado a la agricultura familiar dedicada a la producción para autoconsumo o la venta local y a pequeñas explotaciones ganaderas de ovino, caprino y bovino centradas en la elaboración de quesos, según ASAJA y COAG de Las Palmas de Gran Canaria.
Los cultivos más perjudicados han sido los cultivos familiares de patatas, viñedos y árboles frutales, según el presidente de ASAJA en Las Palmas, Roberto Goiriz, quien ha añadido que el fuego se mantiene lejos de grandes extensiones en la zona sur y sureste de la isla dedicadas a la producción de plátano, tomate y pepino.
El incendio también está afectando a pequeñas parcelas con animales de aptitud láctea (ovino, caprino y bovino) que, en muchos casos, han tenido que ser evacuados.
Desde ASAJA han informado de que todavía es pronto para hacer una evaluación de los daños y las consecuencias económicas de este incendio y que esperarán a que «finalice esta catástrofe» para ofrecer las primeras estimaciones.
Todavía es pronto para hacer una evaluación de los daños y las consecuencias económicas de este incendio
Por su parte, el presidente de COAG, Rafael Hernández, ha asegurado que el impacto en los cultivos no ha sido tan relevante, al haberse producido el incendio en un período entre cosechas, si bien en algunas parcelas se estaba terminando de recoger patatas.
La ganadería se ha llevado la peor parte, ya que, aunque no ha habido muertes de animales, muchos han tenido que ser evacuados. Según los cálculos de COAG, unas 700 cabezas de caprino, 200 de ovino y un centenar de vacas se han visto afectadas.
Ambas organizaciones han coincidido en que aún es prematuro hacer un balance de los daños causados por este incendio, ya que sigue activo.
