Faltan pocos días para que finalice el mes de mayo y todavía no hay previsiones de la próxima cosecha de cereales de otoño-invierno.
La falta de lluvias y las elevadas temperaturas que se han registrado este mes han perjudicado a las plantas en muchas zonas productoras.
Las organizaciones agrarias ponen de manifiesto este hecho y anuncian una disminución de las cosechas, que en algunos casos pueden ser significativas, pero, de momento, no presentan cifras.
El Ministerio de Agricultura no ha lanzado aún ninguna previsión de producción y tampoco lo han hecho los comerciantes de cereales.
La Asociación del Comercio de Cereales y Oleaginosas de España, que ha celebrado esta semana su junta directiva, ha presentado, por el momento, una estimación inicial de rendimientos para algunos cereales.
En el caso del trigo blando apunta a una disminución del 12% respecto al año pasado, con lo que la media nacional se situaría en 2.700 kilos por hectárea.
Para la cebada prevé un rendimiento medio similar al de 2014, de algo más de 2.300 kilos, mientras que para el trigo duro señala un ligero aumento del 1,5%, hasta los 2.370 kilos por hectárea.
En todo caso, los comerciantes subrayan que se trata de previsiones realizadas teniendo en cuenta la situación de los campos en estos días y que podrían revisarse a la baja si persisten las condiciones climatológicas adversas