India se ha convertido según algunas agencias de la ONU en el país más poblado del mundo con 1.463 millones de habitantes que deben comer todos los días. También es una de las cinco potencias mundiales junto a China, Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea (UE).
India aplica desde hace tiempo una política comercial muy proteccionista, con aranceles muy elevados y barreras no arancelarias para algunos productos agroalimentarios que vienen de fuera. Un ejemplo es el vino, tanto el español como el europeo, con escasa presencia aquí; en el caso del nuestro se podría decir que nula.
India se disputa la hegemonía en esta parte del mundo con China. Los de Pekín se han enzarzado con Estados Unidos en una guerra arancelaria sin tregua después de las medidas iniciales de Trump. Mientras tanto, este último recibió con todos los honor al máximo mandatario de la India a los pocos días de tomar posesión de la Casa Blanca.
India se ha convertido según algunas agencias de la ONU en el país más poblado del mundo con 1.463 millones de habitantes que deben comer todos los días
Otra prueba de la importancia creciente de la India es que la Comisión Europea en pleno (solo faltó el comisario de Agricultura) viajó hasta Nueva Delhi hace dos meses para relanzar las negociaciones comerciales que estaban paradas desde hace un par de años. Según dijeron, tanto la presidenta de la Comisión Europea, como el jefe del Gobierno de este país, el objetivo es cerrar un acuerdo comercial de amplio espectro, antes de que acabe el año, aunque eso va a resultar muy difícil, por no decir imposible. Pero, por lo menos, se ha dado un impulso a las negociaciones.
El capítulo agrícola es uno de los más conflictivos. Desde el punto de vista español se abrirían posibilidades en el mercado de la India, que cada vez tiene más ricos, para el aceite de oliva y el vino, mientras que podrían salir perjudicados nuestros productores de arroz y los de remolacha y azúcar. En cualquier caso, pase lo que pase, hay que poner el foco sobre la India, como lo han hecho Estados Unidos y la Comisión Europea. El viaje a China del marido de Begoña y su fiel escudero, el ministro sanchista de Agricultura, Luis Planas, está muy bien, pero sin perder de vista a la nueva potencia emergente de esta zona asiática.
Mientras tanto, en la capital comunitaria se dan nuevos pasos para flexibilizar el Pacto Verde en lo que respecta a los intereses de los agricultores y ganaderos. Esta semana ha sido el turno de la protección de los suelos y del agua. Enfrascados como andamos con la guerra arancelaria, puede que no estemos prestando atención a estos hechos importantes, pero los cambios en la composición de la Comisión Europea y del Parlamento se han comenzado a notar ya, con el Pacto Verde que será menos verde. Y termino con un último apunte más cercano reflejado en forma de pregunta: ¿con los precios actuales compensa sembrar cereales? Por cierto, India es el segundo productor mundial de trigo.