El Índice de Precios de los Alimentos que elabora la FAO registró en 2023 un promedio de 124 puntos, es decir, un 13,7% menos que en 2022. Casi todos los subíndices se sitúan en un promedio marcadamente inferior al de 2022, salvo los precios del azúcar.
El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO fue el que más bajó en 2023, con un 32,7% menos respecto a 2022, registrando una media de 126,3 puntos. Se trata del nivel más bajo de los últimos tres años, gracias al aumento de los suministros mundiales.
En lo que respecta a 2023 en su conjunto, el índice de precios de los productos lácteos de la FAO se situó en un promedio de 118,8 puntos, es decir, un 16,6% por debajo del promedio de 2022. La Organización indica que este descenso se debe “a la débil demanda de importaciones, especialmente de suministros al contado, en un contexto de cuantiosas existencias en los países importadores”.
A lo largo de 2023, el índice de precios de los cereales de la FAO se situó en 130,9 puntos, es decir, un 15,4% por debajo del promedio anual récord registrado en 2022, a raíz del buen abastecimiento de los mercados mundiales, indica la FAO.
Por su parte, en 2023 el índice de precios de la carne de la FAO se situó en un promedio de 114,6 puntos, es decir, un 3,5% menos que en 2022, debido “al aumento de las disponibilidades exportables en las principales regiones exportadoras y a la atonía de la demanda de las compras en los principales países importadores de carne”, destaca la organización.
Por el contrario, el índice de precios del azúcar registró en 2023 un promedio de 145 puntos, lo que supone un aumento de un 26,7% respecto de 2022 y el valor más elevado desde 2011, fundamentalmente a causa de la preocupación acerca de un equilibrio más ajustado de la oferta y la demanda mundiales de azúcar.
