El grupo Lactalis ha anunciado que va a retirar del mercado español todos los productos de 37 de sus referencias bajo las marcas de alimentación infantil Sanutri, Damira y Puleva Bebé, tras la aparición de varios casos de salmonela.
La compañía sacó de los puntos de venta en el mes de diciembre los lotes que habían sido producidos en su fábrica de Craon (Francia) antes del 15 de febrero, y ahora amplía esta medida también a los que salieron posteriormente de dicha fábrica.
Hasta hoy ya se han «bloqueado y recogido más de 550.000 unidades de producto»
El grupo ha reconocido que el caso de un lactante afectado por salmonela en España estaba «relacionado con el mismo tipo de cepa de los casos aparecidos en Francia» vinculados al consumo de su leche infantil, de modo que ha ofrecido sus disculpas.
Desde Lactalis insisten en que han optado por esta retirada «de forma voluntaria» y «en coordinación con las autoridades francesas y españolas» como «medida de precaución máxima».
La iniciativa pretende «facilitar el proceso global de retirada debido al gran número de lotes involucrados» y que se encontraban a la venta en farmacias y parafarmacias, aclararon. Hasta hoy ya se han «bloqueado y recogido más de 550.000 unidades de producto».
La campaña de retirada afectará a referencias de leche en polvo de Damira, Sanutri y Puleva Bebé, así como a papillas de la enseña Puleva Bebé, leche en polvo para metabolopatías de Taranis Nophenyl y a un módulo de nutrición de Matodextridine.
La compañía de origen francés ha pedido a los consumidores de sus productos a que «revisen» estas referencias y, en caso de tener alguno, proceder a su devolución. Para ello, ha facilitado el teléfono de información 900 102 336.
Desde la compañía han garantizado que «el consumo del resto de productos de Sanutri, Damira y Puleva es totalmente seguro. Esto incluye tanto los cereales y galletas de Sanutri y Damira, como las fórmulas de soja de Sanutri Velactin y la leche líquida de la marca Puleva Peques, puesto que todos ellos son producidos en España».
La polémica comenzó en Francia la semana pasada después de que se detectara que algunos de los productos que debían ser retirados siguieron a la venta en decenas de supermercados y farmacias, así como en grandes superficies.
Lactalis ha recordado que había dado «instrucciones» directa o indirectamente a todos los puntos de venta para retirar y bloquear los lotes afectados e informó a los consumidores a través de los medios de comunicación.