El consumo de derivados de insectos está cada vez más cerca de ser autorizado en la Unión Europea (UE). La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA por sus siglas en inglés) ha publicado su primera evaluación completa sobre una propuesta que utiliza un insecto como alimento de consumo humano, paso previo a la autorización que debe recibir de la Comisión.
Se trata de secar el gusano amarillo de la harina -«Tenebrio molitor larva» es su nombre científico-, iniciativa que fue presentada por el grupo francés EAP en 2018. Desde que en enero de ese año entrase en vigor la actualización de la citada normativa europea, la EFSA es la encargada de realizar los análisis de riesgo, sobre los que después basa su decisión la Comisión.
Investigar otras formas de alimentación
La EFSA ha informado de que cada vez hay más interés en investigar otras formas de alimentación, como lo demuestra el hecho de que desde 2018 haya recibido 156 solicitudes de productos nuevos, de las que 39 han sido adoptadas.
Solo en la categoría de derivados de in15sectos existen 11 casos que se están evaluando y 4 que están en la fase de comprobar si la documentación aportada está completa antes de ser revisada.
El del gusano amarillo de la harina ha sido el único que por ahora ha culminado el proceso de evaluación con un resultado esperanzador: la EFSA considera que comer ese insecto seco es seguro bajo los usos y niveles de uso propuestos.
Para llegar a esa conclusión, el equipo de Nuevos Alimentos de la EFSA ha estudiado el expediente de solicitud presentado por la empresa, centrándose en la información sobre el uso y nivel de uso propuesto, el contenido nutricional, la estabilidad del producto, la historia de su utilización y otros datos sobre toxicidad o alergias.
«En este tipo de productos el pienso es muy importante porque los niveles de sustancias contaminantes como micotoxinas o metales pesados dependen de los niveles que existan en el alimento que se da a los insectos», recoge Ermolaos Ververis, coordinador del análisis.
De ahí que sea relevante conocer el perfil microbiológico y químico del producto porque, al consumir un insecto se está ingiriendo su sistema digestivo, donde también se encuentran muchos alérgenos que proceden del campo.
Mercado europeo
Los análisis de riesgo de la EFSA de nuevos alimentos a partir de insectos pueden contribuir a la innovación en el sector, aunque sea una tarea complicada por la gran diversidad de especies, con tantas diferencias entre ellos, y por la disponibilidad de datos.
En un momento en el que se buscan fuentes alternativas de proteínas animales que requieran menos pienso, produzcan menos desechos y emitan menos gases de efecto invernadero, ese derivado de gusano puede colocarse el primero en la casilla de salida al mercado europeo.