El Gobierno de Castilla-La Mancha está dispuesto a dialogar con los Gobiernos de Murcia y Valencia para llegar a un entendimiento sobre el agua del Tajo, pero subraya que la «solución» a la situación del río es poner fin al trasvase, usar las desaladoras en Levante y alcanzar un pacto nacional por el agua.
Así lo ha manifestado la consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Agustina García, ante la situación del río Tajo y de sus embalses de cabecera, que apenas llegan esta semana al 9,3%de su capacidad total. «Estamos hablando de que tenemos menos agua en los pantanos de cabecera que agua se ha trasvasado en esta legislatura», ha señalado la consejera, según ha informado el Gobierno regional.
Por este motivo, el Ejecutivo que preside Emiliano García-Page ha denunciado «todos y cada uno» de los trasvases y cesiones de agua que se han hecho desde los pantanos de cabecera a otra cuenca para otro uso que no es para abastecimiento, y «vamos a seguir denunciándolo», ha añadido García.
La consejera ha explicado que la «solución» pasa por un pacto nacional por el agua que, además, debe contemplar la necesidad de usar las desaladoras «porque no es de recibo que Europa apueste por ellas y se haya puesto dinero para ellas, y la zona de Levante no las tenga en plena producción», ha indicado.
Respecto a las relaciones con las Comunidades de Levante, la consejera ha precisado que el Gobierno de García-Page «está dispuesto a sentarse y dialogar» para buscar un punto de entendimiento, «pero no entendemos ni creemos que el problema sea el precio y, de hecho, no nos gusta hablar de precio, porque queremos el agua, queremos que el agua se quede en nuestras ciudades».
Por último, ha insistido en que «lo primero que tiene que hacerse es poner fin al trasvase» y tener el «compromiso» del Gobierno central de que no seguirá mirando «siempre al mismo sitio, a la cuenca del Tajo, cada vez que en la zona del Levante se necesite agua» porque la realidad es que «ya no hay» .