Los países de la Unión Europea han acordado en Bruselas una modificación temporal del funcionamiento del mecanismo de intervención pública para la leche desnatada en polvo con el objetivo de estabilizar el mercado y evitar nuevos problemas en el sector lácteo.
En concreto, el Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea ha decidido situar en cero el volumen máximo de leche desnatada en polvo que puede comprarse mediante intervención pública a precio fijo para 2018.
Con el fin de evitar una caída de los precios, se ha acordado renunciar a la compra automática de leche desnatada en polvo, en un contexto en que las existencias ya son muy altas.
«Al establecer el límite cuantitativo en cero para 2018, la compra a un precio fijo no se activará automáticamente», ha precisado el Consejo en un comunicado. No obstante, la red de seguridad seguirá funcionando, puesto que la Unión Europea podrá seguir comprando esta leche a través de un procedimiento de licitación y decidir caso por caso cuánto compra y a qué nivel de precio.
La medida pretende «estabilizar los mercados lácteos» este año y responde al compromiso de seguir la evolución del mercado y asegurarse de que la red de seguridad a nivel europeo «se utiliza a tiempo y de manera prudente», según el Consejo.
El ministro de Agricultura de Bulgaria, Rumen Porodzanov, cuyo país preside la UE este semestre, ha idicado que las reservas de intervención de leche desnatada en polvo en la UE se elevaron en 2017 a cerca de 400.000 toneladas, algo que puede «crear graves presiones en el mercado y tener un impacto negativo en los precios de los lácteos».
El periodo en que la intervención pública está abierta para la leche desnatada en polvo comienza el 1 de marzo y finaliza el 30 de junio cada año.
Las normas acordadas entrarán en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la UE, prevista para el 31 de enero.