La Comisión Europea quiere que tampoco en 2019 haya compras de intervención de leche en polvo desnatada a precio fijo. Con ese fin ha propuesto mantener el año que viene la iniciativa ya adoptada en 2018 de situar en cero el cupo de compras públicas de este producto a precio fijo.
La medida se viene aplicando este año desde el 1 de marzo, que es cuando comienza el período de intervención para este producto. Se adoptó para evitar que los stocks de leche en polvo desnatada que se acumularon durante la crisis de 2016, muy elevados, continuaran en aumento.
La Comisión Europea considera que el procedimiento aprobado en 2018 «ha permitido evitar la compra injustificada de 109.000 toneladas de leche en polvo desnatada (que se habrían sumado a los stocks existentes). Dado que las condiciones de mercado apenas han variado y que la experiencia adquirida en 2018 muestra que fue una buena decisión, habría que prorrogar la iniciativa». Sobre todo, añade, si se tiene en cuenta que «los parámetros fundamentales del mercado de la leche y de los productos lácteos no cambiarán de forma sustancial en 2019, en particular en lo que respecta a la diferencia entre los precios de la materia grasa y los de la proteína láctea».
Los Estados miembros tendrían que adoptar el nuevo reglamento en el otoño, para que la medida entrara en vigor el 1 de marzo de 2019. Al igual que este año, en caso necesario se procedería a compras de intervención por el procedimiento de licitación.
Las cotizaciones de la leche en polvo desnatada se mantienen en el mercado comunitario en un nivel inferior al del precio garantizado mientras que las de la mantequilla son más de dos veces superiores al nivel de la intervención pública. En cuanto a la leche cruda, Bruselas opina que «los precios pagados a los agricultores este año se sitúan en un nivel que hace que la producción sea rentable debido a la fuerte demanda actual de mantequilla y de queso, y a pesar de los precios relativamente bajos de las proteínas vegetales”. En este contexto, la UE ha conseguido deshacerse de una parte de sus stocks de leche en polvo desnatada (que ascienden hoy a 277.000 toneladas) organizando licitaciones una vez al mes. La frecuencia de estas adjudicaciones se va a duplicar para acelerar aún más la venta de las cantidades almacenadas.