El grupo comercializador de derivados del cerdo Comapa 2001 (que había sido denunciado en agosto por vender jamones procedentes de Polonia como si fueran españoles) ha presentado concurso de acreedores. Fuentes de la compañía justifican esta decisión por la gestión «negligente» de la anterior dirección, a cargo de los hermanos David y Jaime Álvarez, que fueron relevados en abril.
El cambio de rumbo para Comapa comenzó en abril cuando dos de los accionistas -Vall Companys y Blai Parés– se unieron para excluir de la dirección y administración a los hermanos Álvarez -también accionistas- por prácticas comerciales y financieras «insostenibles, agresivas y que han puesto en riesgo la viabilidad empresarial». La empresa también ha aceptado la dimisión presentada por todos los miembros del actual Consejo de Administración.
La nueva dirección decidió en mayo comunicar al Juzgado el preconcurso de acreedores “con el fin de ordenar” la situación de la compañía tras la gestión de la anterior dirección. Sin embargo, durante este período “no ha sido posible” alcanzar una solución que permita la viabilidad del negocio, motivo por el cual se ha presentado el concurso de acreedores.
Durante estos últimos meses la dirección ha trabajado en tres líneas de actuación: analizar la situación económica y comercial de la compañía, garantizar las relaciones con las entidades financieras y de gestión de riesgo comercial y minimizar el impacto del preconcurso en clientes y proveedores.
Investigaciones y denuncias
Las prácticas comerciales de Comapa llegaron a estar en el punto de mira de la Guardia Civil a principios de 2018 cuando, en el marco de una inspección sobre productos ibéricos, abrió una investigación para determinar si esa compañía cumplía todas las normativas y si el precio al que vendían las piezas, inferior a la media, estaba justificado. En concreto, los jamones investigados fueron distribuidos por el grupo Carrefour.
Además, el pasado 1 de agosto la organización Facua-Consumidores en Acción denunció a Comapa ante la Dirección General de Consumo de la Comunidad de Madrid por vender jamones de Polonia como si fueran de Granada, bajo la marca “Sierra Alpujarra”.
En este caso, la compañía no aclaró si procedían de Polonia, pero sí puntualizó que, en todo caso, las piezas se curaban y envasaban en Granada. Las mismas fuentes también han matizado ahora que, desde abril, dejaron de comprar jamones en Polonia para centrarse en el producto “100 % nacional”.