Los primeros precios de la campaña del porcino ibérico de bellota han experimentado subidas y se han situado en niveles históricos. Eso debería provocar incrementos en el coste de los jamones procedentes de estos animales cuando se comercialicen dentro de dos años aproximadamente. En la sesión de la Lonja de Salamanca celebrada el pasado sábado se fijaron las primeras cotizaciones para los animales de bellota (entre paréntesis las del año pasado): el 100% ibérico entre 3,58 y 3,78 euros por kilo (3,47/3,67); en el 75% ibérico 3,50/3,70 (3,32/3,52); finalmente en los de 50% ibérico los precios de la nueva campaña se situaron entre 3,40/3,60 (3,07/3,27). Destaca especialmente el aumento registrado en esta última categoría de animales que se ha convertido en la que tiene mayor demanda. A pesar de ello, los ganaderos se quejan de la falta de rentabilidad como consecuencia de la subida de costes que se ha experimentado durante los dos últimos años. Si se analiza la evolución de las cotizaciones en este sector, y en esa misma lonja, desde 2017, se constata una subida continua con la excepción de 2020, el año de la pandemia, en el que se hundieron en torno hasta los dos euros por kilo.
La Lonja de Salamanca ha sido la última en la que se han fijado las cotizaciones al inicio de la campaña de sacrificio de los animales de bellota. Previamente se habían establecido los precios en la Lonja de los Pedroches en Córdoba, con incrementos del 3,6% en relación con el año pasado. En la Lonja de Araporc, con sede en Sevilla, las subidas se han situado entre el 3,40% para los ibéricos puros y el 10,96 de los de 50%. En la Lonja de Extremadura, que celebró su sesión el pasado día 28, los aumentos han oscilado entre el 3,70% y el 13,38% para las citadas categorías. De lo anterior se deduce que el mercado y el consumidor se han orientado de forma clara en la última campaña por el cerdo ibérico cruzado en detrimento de los animales puros. Mientras tanto, la campaña de montanera–aprovechamiento de la bellota y de la hierba en la dehesa– se califica como buena desde las dos comunidades más importantes a estos efectos. Así, por ejemplo, en Andalucía ha aumentado el número de hectáreas con alrededor de 800.000 repartidas entre Huelva, Sevilla y Córdoba, principalmente; desde la Consejería de Agricultura destacan la calidad de la bellota por las lluvias que se han registrado y también señalan que la entrada de animales es similar a los de la campaña anterior con 300.000 animales. En Extremadura, y según la Consejería, la montanera se está desarrollando bien, tanto en calidad como en cantidad; las lluvias, sobre todo en la zona suroeste extremeña, ayudaron a que las encinas se recuperasen mientras que el número de animales oscila alrededor de los 300.000.
La montanera, que se encuentra en su ecuador, coincide por otro lado con el comienzo del mandato de la nueva Comisión Europea –denominada von der Leyen II–. El Colegio de Comisarios comenzó a ejercer formalmente ayer. Entre los retos más importantes desde el punto de vista agrario de cara a los próximos cinco años destacan fundamentalmente dos. El primero es la negociación del Marco Presupuestario de la UE para el periodo 2028-34, del que dependerá la cantidad de dinero que haya para financiar la PAC y, el segundo, la reforma de esta última política. El riesgo que existe en lo que respecta a los fondos es que no se aumente la dotación de las arcas comunitarias y, dado que se quieren poner en marcha nuevas políticas, como la de defensa, haya que recortar el presupuesto de las vigentes actualmente, entre ellas la agraria.
Otro de los retos, el más importante a corto plazo, es enfrentarse a la política comercial que ponga en marcha Trump con una más que posible subida de aranceles, que podría afectar a productos agroalimentarios procedentes de la Unión Europea (UE). Durante el anterior mandato de Trump ya se estableció un incremento de aranceles que llevan afectando desde entonces a las exportaciones españolas de algunas variedades de aceitunas negras, sin que durante la Administración Biden se haya revertido esta política. El argumento que se utilizó fue que las aceitunas recibían ayudas en el marco de la PAC incompatibles con la normativa de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Si se aplicase esta misma tesis, podrían verse afectadas las exportaciones de la mayor parte de productos agrarios europeos.
Información de César Lumbreras publicada el 2 de diciembre en La Razón
