Los productores de tomate están sufriendo, además, este año un problema de acumulación de mercancía que padecen también los de otras hortalizas, como el pimiento, el pepino, la berenjena, el brócoli y la coliflor.
Las elevadas temperaturas del invierno en Europa han favorecido que se adelanten las cosechas en algunos países normalmente más tardíos y que se solapen producciones, que han salido al mercado al mismo tiempo.
A ello hay que sumar otros factores, como el impacto que sigue teniendo el cierre del mercado ruso y las importaciones procedentes de países terceros, como Marruecos.
Todo ello se ha traducido en una caída de los precios en origen que, a su vez, ha dado lugar a protestas.
Las organizaciones ASAJA y COAG de Almería convocaron un paro en el campo de la provincia el pasado jueves, al que también se sumaron productores de Murcia y de la costa de Granada, y concluyeron la jornada con una manifestación por las calles de la ciudad.
Han pedido que se aprovechen al máximo los instrumentos de gestión del mercado recogidos en la normativa, como la cosecha en verde y la no cosecha, y que se incremente el importe de las indemnizaciones por retirada de producto del mercado.
Durante una reunión ayer con el conjunto del sector hortofrutícola, el Ministerio de Agricultura anunció que planteará la subida de los precios de retirada en la próxima reunión del Consejo de Ministros de Agricultura europeos, prevista para el 15 de febrero.