El año 2014 fue muy bueno para la industria agroalimentaria española, según los responsables de la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas, que han presentado esta semana el informe económico del sector correspondiente a ese año.
Los datos dan cuenta de un nuevo aumento de la producción (que superó los 90.000 millones de euros en términos reales, casi un 4% más que en 2013) y de las exportaciones (que crecieron en valor en un 6% y se situaron en algo más de 24.000 millones). También mejoró el empleo en el sector.
Un dato negativo fue la caída del consumo en hogares y del gasto per cápita, aunque el peso de los alimentos y bebidas en la cesta de la compra aumentó respecto a otros productos hasta situarse en casi un 20%.
A la vista de los resultados de 2014, FIAB subraya que continúa la recuperación de la actividad de la industria de la alimentación y el inicio de la misma en la fabricación de bebidas y, comparándolos con los de la industria manufacturera y la economía en general, afirma que este sector ha resistido mejor los años de recesión.
Sin embargo, también pone de manifiesto algunas debilidades, como la estructura tan atomizada de esta industria, compuesta principalmente de pequeñas empresas, lo que se traduce en una falta de competitividad real en un mercado global como el actual.
Asimismo, algunos sectores estratégicos incorporan todavía poco valor añadido a sus procesos. Es el caso del aceite de oliva, el vino o la leche. Este hecho puede considerarse, sin embargo, una oportunidad de cara al futuro, ya que hay potencial de crecimiento.
