Ya sabemos que la PAC del futuro tendrá que ser más verde. Lo ha dejado claro la Comisión Europea esta semana en la presentación de sus estrategias de la granja a la mesa y horizonte 2030. Habrá, por ejemplo, que utilizar menos productos fitosanitarios, menos abonos y menos antibióticos. Lo venimos advirtiendo en AGROPOPULAR desde hace varios meses, cuando se supo que esas dos estrategias iban a ser una parte muy importante del Pacto Verde Europeo, que será, a su vez, la espina dorsal de la actuación de la Comisión Europea durante sus cinco años de mandato. Confieso que esperaba que el Colegio de Comisarios hubiese tenido un ataque de lucidez mental y que hubiese pospuesto la presentación de esas estrategias o, al menos, que las hubiese dulcificado. No ha sido así.
De poco han servido las imágenes de los consumidores europeos lanzándose a las estanterías de los “súper” para hacer acopio de alimentos y otros productos de primera necesidad cuando comenzó la crisis del coronavirus. En ese momento, los ciudadanos dejaron claras sus dos prioridades: la primera, la salud y el funcionamiento de la cadena sanitaria; la segunda, el comer y el funcionamiento de la cadena alimentaria. Para comer son necesarias una agricultura y una ganadería productivas. Y eso no se ha tenido en cuenta desde Bruselas, donde se ha hado prioridad a “lo verde”, relegando la producción a un segundo plano.
No tengo nada en contra de “lo verde”, muy al contrario, considero que la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático son dos prioridades, lo mismo que el comer. Comparto la necesidad de lograr una producción de alimentos más sostenible y de alcanzar un equilibrio entre “lo verde” y “lo productivo”. De momento, en los documentos de la Comisión se ha dado prioridad a “lo verde”. Y, además, en su preparación, se ha dejado fuera al sector agrario entendido en su conjunto, desde el comisario de Agricultura hasta los ministros, pasando por el resto de la cadena como eurodiputados, la industria y las organizaciones. No parece que sea el mejor camino.
Ya tenemos, por lo tanto, la hipoteca verde de la PAC del futuro. Ahora solo falta conocer la hipoteca presupuestaria, algo que se debería saber, en principio, el próximo miércoles, cuando la Comisión Europea presente su propuesta de Marco Financiero 2021-27 para ver la cantidad de dinero que se asignará a esta política. Pero no es seguro que eso vaya a suceder ese día, porque la presidenta Úrsula no las tiene todas consigo. Ya veremos. En cualquier caso, entre “lo verde” y “la pasta” nos darán hecha la próxima PAC. Vamos, que nos la han secuestrado o raptado, como prefieran.