Las organizaciones agrarias europeas están presionando a Bruselas para que consiga la reapertura del mercado ruso a los productos del porcino sometidos al embargo sanitario pero no al político.
Productos como la grasa y los despojos tienen cerradas las fronteras rusas por los casos de peste porcina africana detectados en los países bálticos y en Polonia pero no están afectados por el embargo político a un buen número de productos agroalimentarios comunitarios.
El comisario de Agricultura, Phil Hogan, afirma que la Comisión está trabajando para conseguir esa apertura pero reconoce que hasta el momento sus esfuerzos han sido en vano.