La Agencia Estatal de Meteorología prevé una primavera con temperaturas más altas en la mitad oriental peninsular y Baleares y precipitaciones ligeramente inferiores a la media en el conjunto de España.
Según sus datos, la temperatura en los meses de invierno ha sido inferior a la media y, en cuanto las precipitaciones, el invierno ha sido seco en general, aunque con una distribución muy desigual.