En la última emisión de AGROPOPULAR -30 de mayo- viajamos radiofónicamente hasta Pardilla (Burgos) para hablar con Eduardo Abad, ganadero y propietario de la empresa Paradilla 143, que nos explicó cómo gracias a la instalación de un horno en su propia explotación preasan al cordero lechal para poder comercializar «un auténtico lechazo asado de Castilla y León».
Según detalló, su explotación consta de alrededor de 1.000 ovejas churras. «Las trabajamos en semi-extensivo, es decir, hacemos pastoreo todo el año y cuando van a criar las ovejas las tenemos en casa para la cría del lechazo». Cuando nace el cordero solo se alimenta de la leche de la madre y a los 25/27 días se sacrifica, y a partir de ahí comienza el proceso «industrial» de llevarlo al matadero, sacrificarlo, preasarlo y ofrecerlo al consumidor.
¿Cómo se preasan los lechazos?
El horno donde se preasan los lechazos consta de un sistema que diseñó Eduardo Abad. Estudió cómo poder asarlo solo con agua y sal «para que quede el lechazo en tu casa igual que se come en los asadores de la zona de Burgos y Segovia». De hecho, Abad detalló que sus clientes dicen que «tienen un amigo en Burgos que les prepara el lechazo igual que lo hace en su casa».
También lo envían y lo mandan a domicilio, ya que cocinarlo es muy sencillo y «cualquiera puede hacerlo». Solo hay que meterlo en el horno, previamente precalentado durante 30 minutos a la temperatura que se indica, y ya está. «El objetivo es que cualquier persona -sin tener conocimientos- pudiera cocinar en su casa el lechazo típico de la zona».
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Escuche la entrevista completa a Eduardo Abad (AGROPOPULAR, 30 de mayo)