Varias organizaciones vegetarias han organizado la Semana Sin Lácteos. En España, la campaña está liderada por la organización Proveg y su portavoz, Cristina Rodrigo, ha explicado que consiste fundamentalmente en conseguir suscriptores a través de Internet a los que se les enviará diariamente alternativas al consumo de leche y lácteos con productos vegetales para que incluso puedan elaborarlos en casa.
Las alternativas a la leche son bebidas de soja, almendras o avena, de fácil disponibilidad ya en los supermercados. Según Rodrigo, en cambio, buscar alternativas para el queso sigue siendo difícil aunque ya hay productos vegetales que los «emulan».
Los impulsores de la campaña han hecho una labor previa de captación de suscripciones y ya cuentan con 3.000 en todo el mundo (unas 1.100 en España) que recibirán a diario un boletín informativo digital con estas alternativas.
La salud, el bienestar animal y la protección del medio ambiente son los tres ejes que sustentan esta acción.
La web creada para este reto semanal lo deja claro: en el argumento sobre la salud recoge que «No hay nada contenido en la leche de vaca que no podamos obtener de fuentes más humanas como la leche de plantas» y, además, las bebidas vegetales son «más bajas en grasas saturadas que la leche de vaca entera y no contienen colesterol».
En cuanto al bienestar animal, los organizadores indican que las vacas lecheras son animales «inteligentes, afectuosos e inquisitivos que tienen vidas cortas en las que soportan el estrés y las condiciones que muchos consideran inhumanas» como el ordeño diario que, «se cree, es el equivalente energético de correr una maratón todos los días».
En la justificación ambiental, aseguran que la leche representa el 20 % de las emisiones de la agricultura animal y alrededor del 4 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
«Di que sí al menos a tres lácteos al día»
Frente a esta campaña, se encuentra actualmente activa la impulsada por la Organización Interprofesional Láctea (Inlac) que se desarrolla bajo el eslogan «Di que sí al menos a tres lácteos al día» y que cuenta con financiación de la Unión Europea.
En ella, Inlac centra uno de sus mensajes en las propiedades saludables de la ingesta de este alimento.
Para ello, cuenta con opiniones como la del doctor en Biología, Ángel Gil, quien asegura que el consumo de lácteos «en cantidades apropiadas se asocia a la salud y a la prevención de enfermedades crónicas».
Según este experto, tanto la leche de vaca como los productos lácteos, tienen una proteína de una calidad biológica y una densidad de micronutrientes «muy elevadas», con grandes niveles en calcio, fósforo, selenio o vitaminas del complejo B y liposolubles.
La campaña, que comenzó hace un año, se extenderá hasta mediados de 2019 y su objetivo es llegar a los 48,2 millones de impactos a través de medios de comunicación, redes sociales y ponencias.
Según el último informe anual de la alimentación en España 2017, el consumo de leche líquida en los hogares se redujo un 0,3 % respecto a 2016, con 3.187,9 millones de litros, mientras que el de derivados lácteos creció un 0,6 % en volumen (1.749,4 millones de kilos/litros) en comparación con 2016.
Esas cifras muestran un consumo más o menos estable en los últimos dos años en los hogares españoles que son al fin y al cabo los que tienen la última palabra y el poder de decisión para decantarse por un tipo de alimentación u otro.