La semana pasada entró en vigor la Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales. En lo que respecta al sector agrario, hay que recordar que de esta ley quedan excluidos los perros pastores y de guarda del ganado y los perros de caza, así como el ganado.
Para conocer la opinión de un experto en la materia, en la emisión de AGROPOPULAR del 30 de septiembre contamos con la intervención de Christian Gortázar, catedrático de Sanidad Animal de la Universidad de Castilla-La Mancha, que la valoró negativamente.
Explicó que el primer problema de esta ley es que «sale de un Ministerio que no es el de Agricultura, que es el que tradicionalmente se ocupa de las cuestiones de bienestar animal». A su juicio, es un ejemplo de la sobrerregulación que existe en Europa en estos temas.
A pesar de que esta ley no afecta directamente a la ganadería, ni a la caza, ni a otras actividades del mundo rural, «sí lo hace indirectamente porque va a generar una serie de inseguridades y de conflictos que acabarán afectando igualmente a los ganaderos y a los cazadores».
Esta ley «va a generar una serie de inseguridades y de conflictos que acabarán afectando igualmente a los ganaderos y a los cazadores»
Más allá de eso, en su opinión, «lo que se está haciendo en Europa con tanta sobrerregulación es crear unas exigencias para los ganaderos que son difíciles de cumplir, que cuestan dinero e implican el cierre de explotaciones pequeñas».
Gortázar hizo hincapié en que estas exigencias cada vez «nos hace menos competitivos que otros países» y que si seguimos en esta línea «acabaremos importando los productos de fuera».
En cualquier caso, cabe recordar que no todos los elementos recogidos en la ley pueden aplicarse todavía, ya que no se ha aprobado el reglamento específico que regula algunos de ellos, como el relativo a la contratación de un seguro de responsabilidad civil por parte de los propietarios de perros.