Las intensas lluvias registradas en diversos puntos de Europa han afectado negativamente a la maduración y la recolección de los cultivos de verano y también dificulta la siembra de cereales de invierno de la próxima campaña, según ha constatado el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea en su último informe sobre seguimiento de los cultivos en Europa, basado en el periodo comprendido entre el 1 de septiembre y el 19 de octubre.
El comienzo del otoño ha sido difícil, según el informe, que ha vuelto a revisar a la baja los rendimientos de los principales cultivos de verano. Las previsiones para el maíz, el girasol y la soja se han recortado a nivel comunitario debido al empeoramiento de las perspectivas en Bulgaria, Rumanía, Hungría, Croacia e Italia. Las previsiones de rendimiento del resto de cultivos de verano se han mantenido o se han revisado ligeramente al alza.
El informe precisa que, en el norte y centro de Italia, los cultivos de verano (en particular, el maíz y la soja) se han visto afectados negativamente por condiciones excesivamente húmedas durante el período de maduración y en la recolección, lo que ha dado al traste con unas previsiones que hasta entonces eran positivas.
Las previsiones para el maíz, el girasol y la soja se han recortado a nivel comunitario
En Bulgaria, Rumania, Hungría y Croacia, las intensas lluvias registradas desde mediados de septiembre han contribuido a empeorar las expectativas de rendimiento (en particular, para el girasol y el maíz), que ya eran bajas debido a las condiciones muy cálidas y secas anteriores.
Asimismo, en muchas otras partes de Europa central y occidental se han observado condiciones excesivamente húmedas, a menudo asociadas a lluvias torrenciales. Las precipitaciones no solo han causado retrasos en la recolección de los cultivos de verano, sino que también habrían afectado a la calidad del grano y dificultan la siembra de los cereales de invierno.