Las lluvias que han caído en las últimas semanas han mejorado los niveles de agua embalsada en la cuenca del Duero, sin embargo, según la Confederación Hidrográfica (CHD), persiste la preocupación en algunos sistemas como el de Carrión y Pisuerga-Bajo Duero.
El primero de ellos contiene 85 hectómetros cúbicos de agua (entre Camporredondo y Compuerto). Esta cantidad es superior a la del año anterior, pero está lejos de la media (que está en 120 hm3), de modo que representa un volumen escaso para llevar a cabo una campaña de riego normal.
Lo mismo sucede con el sistema Pisuerga-Bajo Duero, que tiene una reserva de 119 hectómetros cúbicos en Requejada, Cervera y Aguilar; una cifra que está por debajo de la del año pasado y es muy inferior a la media de la última década –establecida en algo más de 200 hm3-.
No obstante, en general, las precipitaciones han aliviado en parte la preocupación entre los regantes, puesto que la Confederación ha anunciado que los riegos comenzarán en abril.
La Comisión Permanente de la Sequía, que se reunió el miércoles 14 de marzo, constató los efectos positivos de las sucesivas borrascas de las últimas semanas, que han supuesto una “mejora considerable”, pero desigual, en la cuenca del Duero.
En cualquier caso, según la CHD, se mantendrá el sistema de dotación por hectárea, para lograr un aprovechamiento más racional de los recursos hídricos, y se reforzará la vigilancia del consumo.
En la reunión, los integrantes de la comisión aprobaron una propuesta para exigir el uso de contadores para todos los titulares de concesiones, con el fin de racionalizar la gestión del agua disponible y mejorar el aprovechamiento.
El agua existente en los embalses del Estado en la demarcación asciende a 1.704 hm3, es decir, el 59,2% de su capacidad total y un punto más que hace un año.