La Junta de Castilla y León ha informado de que se va a extender el régimen de los pagos compensatorios por los daños del lobo al norte del río Duero y que se va aumentar «de forma relevante» el baremo de los pagos.
El consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha comunicado estas medidas en una rueda de prensa convocada para hablar sobre la problemática del lobo en Castilla y León, junto a representantes de las organizaciones profesionales agrarias ASAJA, UCCL y UPA-COAG.
El consejero ha adelantado que el 14 de abril se publicará una nueva Orden en el BOCyL sobre los pagos por daños compensatorios a la ganadería producidos por el lobo, y que lo que se va a hacer será «extender el régimen de los pagos compensatorios al norte del río Duero por esos daños del lobo y, además, aumentar el baremo de los pagos».
En este contexto, ha recordado que el Ejecutivo central dictó una orden en 2021 en la que «privaba a las comunidades de la gestión del lobo al norte del río Duero». Dicha orden, según el consejero, ha propiciado un «incremento relevante» en la población del lobo en Castilla y León y, en consecuencia, de los daños, pasándose a más de 5.000 cabezas muertas en 2022, con un incremento del 19 por ciento respecto al año 2021.
Medidas
Sobre las nuevas medidas, ha explicado que «el baremo se va a incrementar, tanto por el daño emergente como del lucro cesante, y estos pagos al norte se harán retroactivamente al 21 de septiembre del año 2021, que es cuando se prohibió esa gestión del lobo a las Comunidades Autónomas».
Se incrementarán los baremos para adecuarse a los valores de mercado por el daño emergente, incluyéndose una partida para los gastos fijos del titular de la explotación asociado a la gestión del siniestro e incrementándose también los pagos compensatorios por el lucro cesante, que incluye la pérdida de subvenciones o rendimientos futuros y otros gastos variables, como gastos veterinarios de animales heridos o eutanasia de ejemplares atacados.
Uno de los aspectos técnicos de mayor relevancia modificados en la norma es la eliminación del primer tramo (de 0-3 meses) para ganado vacuno, incluyéndose un único tramo de 0-6 meses, «como se venía reclamando por el sector».
