En Alemania, los Ministerios de Agricultura y de Medio Ambiente llegaron a un acuerdo recientemente para suavizar la normativa que regula los disparos contra los lobos tras varios meses de discusiones.
Después de un ataque, los poderes públicos podrán autorizar, a petición del ganadero, el sacrificio de lobos que vivan cerca del rebaño “aunque el animal que haya atacado no se haya identificado formalmente”. Estas medidas podrán prolongarse “hasta que no haya más ataques” y aunque ello “implique la erradicación de toda una manada”, según ha revelado la agencia de prensa DPA. Hasta ahora, los disparos solo se autorizaban en caso de amenaza para el hombre.
Según las estimaciones del Gobierno alemán, hay entre 213 y 246 lobos en el país, una cifra que aumenta constantemente.
Aumento del cupo de animales cazables
En Francia, el 28 de mayo se celebrará una reunión del Grupo Nacional del Lobo en la región de Auvernia-Ródano-Alpes, fronteriza con Suiza e Italia. En ese encuentro está previsto que el Gobierno anuncie un incremento del porcentaje de la población de lobos que puede cazarse, que pasaría del 10% al 17%, tal y como anunció el presidente francés, Emmanuel Macron, el 7 de marzo.
En la reunión, el prefecto de la citada región, que será el coordinador, propondrá también otros cambios en el plan del lobo del período 2018-2023, como la creación de “círculos cero” (las zonas con más ataques). En ellos podría autorizarse que se recurra a disparos contra los lobos a partir de julio, en lugar de en septiembre. Según los representantes de los ganaderos de ovino, esa medida responde a una de sus demandas, aunque ahora esperan a ver con qué criterios se definen esas zonas y si esa definición se corresponde con la realidad sobre el terreno.
También el 28 de mayo el Gobierno confirmará que la población de lobos ha superado los 500 ejemplares, es decir, el umbral de viabilidad de la especie y el objetivo del actual plan del lobo.
