El conjunto del sector citrícola español ha denunciado que la Comisión Europea está sufriendo presiones para que se relajen las normas de control de plagas de la mercancía importada de países terceros.
Esas presiones proceden de las autoridades de Sudáfrica y también de ciertos importadores europeos y crecen a medida que nos aproximamos a una nueva campaña de importación, que comenzará en abril.
Las organizaciones ASAJA, COAG y UPA, Cooperativas Agro-alimentarias y el Comité de Gestión de Cítricos han recordado las deficiencias sanitarias que se vienen detectando en las últimas campañas en los cítricos importados de Sudáfrica. Sólo el año pasado se detectaron 26 casos de la denominada “mancha negra”. Esa frecuencia llevó a la Comisión Europea a lanzar un ultimátum a este país: si se interceptan cinco nuevos casos de plagas o enfermedades de cuarentena se tomarán medidas drásticas hasta que las autoridades garanticen el buen estado sanitario de su mercancía.
Sin embargo, Sudáfrica está multiplicando las presiones para que Bruselas dé marcha atrás en sus exigencias de control.
El sector ha subrayado que la entrada de nuevas plagas pondría en serio peligro la sanidad vegetal de un cultivo que, sólo en España, supone unas cifras de exportación próximas a los 3.000 millones de euros.