La Confederación Internacional de Remolacheros Europeos (CIBE) examinó el 19 de mayo, durante su Asamblea General, el “sombrío panorama” en el mercado comunitario del azúcar y los desafíos a los que deberán enfrentarse los productores europeos. La desaparición del régimen de cuotas a partir del 1 de octubre de 2017 y el impacto que puedan tener en el sector los acuerdos con países terceros figuran entre sus principales “temores”.
En lo que respecta a la eliminación de las cuotas, los responsables de la organización temen un deterioro de las condiciones de compraventa de remolacha en el futuro. “El mantenimiento del sistema contractual en el sector de remolacha azucarera a partir de 2017 es crucial”, señalan, y muestran su satisfacción por la próxima publicación del proyecto de acto delegado de la Comisión Europea que permitirá continuar con el sistema de negociación colectiva en este sector entre cultivadores de remolacha y fabricantes de azúcar. “Sin embargo –dicen- lamentamos que las negociaciones colectivas (…) dejen de ser obligatorias, como ocurre hoy”.
En cualquier caso, piden al Consejo y al Parlamento Europeo que aprueben cuanto antes la medida, sobre todo cuando el sector se enfrenta a una situación de precios bajos y mayor volatilidad.
En cuanto a las negociaciones comerciales con países terceros, la CIBE ha señalado que vigilará de cerca la evolución de las conversaciones con Estados Unidos y Mercosur. “El azúcar, los productos azucarados y el etanol obtenido de la remolacha son productos extremadamente sensibles en estas negociaciones”.
Durante la Asamblea se constató, por otra parte, que la siembra de la remolacha para la campaña 2016/17, la última bajo el régimen de cuotas, se ha completado prácticamente en todos los países productores de la UE. Las primeras estimaciones apuntan a un aumento del 9% en la superficie respecto a la campaña anterior.