Las Cortes de Castilla-La Mancha han aprobado este jueves -13 de enero- una moratoria para la instalación macrogranjas de porcino en la región hasta el 31 de diciembre de 2024. Además, se estudiará la autorización de explotaciones de porcino con sistemas tecnológicos apropiados para el tratamiento, valorización y separación de purines.
El debate sobre las macrogranjas en la región ha estado presente en el primer punto del orden del día -al introducir la ‘Ley de acompañamiento de Presupuestos’ una moratoria para este tipo de instalaciones en suelo castellanomanchego-.
Esta moratoria se establece para los proyectos de explotaciones de porcino que superen las 2.000 cabezas de ganado, y no se tramitarán proyectos nuevos ni modificaciones de otros ya existentes que supongan superar esa cifra.
La resolución socialista, que ha salido adelante con sus 19 votos a favor -la oposición ha votado en contra-, muestra apoyo al sector cárnico y la ganadería, “ya sea extensiva o intensiva” y al impulso de la ganadería sostenible “en línea con el Pacto Verde Europeo, la Ley de Economía Circular y la Ley de la Cadena Alimentaria”. El texto respalda además “la posición del presidente de Castilla-La Mancha en la eficaz defensa que está realizando del sector cárnico y ganadero» en la región.
Sobre las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre la calidad de la carne exportada, el parlamento regional reclama “seguir fomentando, apoyando y promoviendo la calidad y exportación de los productos agroalimentarios de Castilla-La Mancha, que responden a los estándares más altos a nivel internacional, abriendo nuevos mercados y apoyando la promoción de los alimentos españoles”.
Además, pide reforzar -junto a la Administración del Estado- “los planes de control del cumplimiento de los requisitos” relacionados con la normativa ambiental, de bienestar animal y de tamaño de exportaciones exigidos en el sector.