La Consejería madrileña de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura ha confirmado la detección de un nuevo caso de gripe aviar en un ánade real silvestre que apareció muerta el día 12 en el municipio de Alcorcón, por lo que se extienden las medidas sanitarias de salvaguardia a toda la zona sur de Madrid.
Así lo recogió el lunes -18 de abril- el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM), que recuerdó que el 17 de febrero se confirmó el primer foco de influenza aviar subtipo H5 en la región, concretamente en un pato (Anade friso), que se halló muerto en el embalse de Pedrezuela en Guadalix de la Sierra. A principios de marzo los Agentes Forestales detectaron un segundo caso de gripe aviar en la región en dos aves silvestres muertas (un cisne y una oca) que fueron recogidas en un parque del municipio de Tres Cantos.
Semanas después, el 23 de marzo, la Consejería confirmaba la existencia de otro foco de gripe aviar que afectaba a 90 ocas, cinco gansos del Nilo y un ánade real muertos del Parque Natural de El Soto, en Móstoles, el cual permanece cerrado desde el 17 de marzo por precaución.
Pese a su «escasa capacidad de contagio», y a la expectativa de los resultados del Ministerio de Agricultura, la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Alimentación ha tenido que reforzar las comunicaciones a los municipios colindantes, así como la bioseguridad y la vigilancia en las explotaciones avícolas cercanas al foco.
Desde la aparición de las aves muertas en Móstoles, la Consejería ha prohibido la cría de patos y gansos con otras especies de aves de corral en este municipio y en otras localidades vecinas como Alcorcón, Brunete, Villaviciosa de Odón, Navalcarnero, Moraleja de Enmedio y Humanes de Madrid. Además de prohibir la cría de patos y gansos con otras especies de aves de corral, también quedaba prohibido el suministro de agua a las aves de corral procedente de depósitos de agua donde puedan acceder aves silvestres, salvo en el caso de agua tratada de modo que garantice la inactivación del virus.
Estas medidas, que se mantendrán vigentes hasta el 30 de abril, también obligan a extremar las medidas de bioseguridad en las explotaciones de cría de aves de corral de cualquier tipo, minimizando las visitas a las instalaciones y aplicando protocolos de limpieza y desinfección a vehículos y personas.